Cuando adquieres una nueva vivienda o cambian tus necesidades de uso en tu actual hogar, muchas veces te planteas realizar una reforma. Esta la debes planificar tomando en cuenta la funcionalidad así como el presupuesto disponible y el estado de habitabilidad del inmueble.
Si estás buscando mejorar el aspecto general de tu casa para ponerla en venta o alquiler, seguramente podrás hacer cambios menores conocidos como Home Staging. Mientras que si requieres mejorar o agregar espacios, tendrás que afrontar reformas parciales o integrales.
Cada una de estas reformas está asociadas a distintos requerimientos y el estado en que se encuentra tu vivienda. A continuación te presento los distintos tipos de reformas que existen, lo que cubren y lo que necesitas para realizarlas.
Home Staging
Este es un tipo de reforma muy sencilla que se realiza con la finalidad de mostrar un mejor aspecto de la vivienda para colocarla en venta o alquiler. En muchos casos solo se requiere hacer un trabajo de decoración que sea armónico y que se resalten las fortalezas del inmueble hacia el comprador.
En las reformas de Home Staging, si se trata de viviendas antiguas o previamente ocupadas, muchas veces se necesita hacer cambios menores en iluminación así como fontanería. Igualmente, se suele aplicar pintura nueva en las habitaciones y reparar cualquier daño menor en los muebles y estructura de la casa.
También se suelen hacer cambios estéticos al exterior de la vivienda como diseño de jardines, cambios de pintura en la fachada o colocar vallas. La intención es dar un aspecto más cálido al inmueble, con una decoración neutra para que el comprador se sienta más identificado y se acelere el proceso de compra venta.
Reforma parcial
Esta consiste en hacer cambios ya sean menores o mayores en solo una parte del inmueble, por lo que el propietario la puede seguir habitando. Esto permite ir adaptando la vivienda a las necesidades de sus habitantes de manera gradual y sin tener que trasladarte mientras se realizan los cambios.
Las reformas parciales pueden ser obras menores y no requerir un permiso especial o ser consideradas mayores, para lo que necesitarás una licencia de obras. Estas no requieren afectar la estructura arquitectónica de la vivienda ni sus componentes estructurales.
Si hace falta colocar algún andamio o un contenedor para los escombros, entonces necesitas una licencia municipal para el uso de los espacios públicos. Entre las reformas que se consideran menores está aumentar el tamaño de una habitación o remover tabiques que no son estructurales.
Igualmente, si haces un cambio de los pisos y revestimientos en distintas zonas de la casa, esto será una obra menor. Entre algunas de las más comunes están la renovación del baño y/o la cocina de la vivienda.
Una reforma parcial se convierte en una obra mayor cuando se afecta la estructura y en este caso, se requiere de licencias especiales. Por ejemplo, si deseas agregar una nueva habitación, remover un muro de carga, mejorar la eficiencia energética de la vivienda o cambiar la fachada.
En este caso, vas a requerir los servicios de un arquitecto, como los profesionales que encontrarás en https://www.arkespai.com/. Ellos te ayudarán a desarrollar el proyecto más adecuado para tus necesidades, realizarán el presupuesto y gestionarán todos los permisos y licencias ante los organismos competentes.
Reforma integral
Si quieres hacer un cambio total de tu vivienda para hacerla habitable o adaptarla a tus necesidades particulares, necesitas haces una reforma integral. En este caso, se hacen cambios en todas las habitaciones del inmueble que generalmente afectan su estructura.
Cuando abordas una reforma integral, debes tomar en cuenta que la casa no será habitable, por lo que deberás mudarte a otro sitio. Asimismo, se debe presentar un proyecto realizado por un arquitecto y solicitar todas las licencias necesarias.
Una reforma integral debe incluir los siguientes aspectos que permitirán que la vivienda sea totalmente funcional y habitable al concluir las obras:
Cambios de distribución
Una de las grandes ventajas de este tipo de reforma es que puedes rediseñar el espacio interior para ajustarlo a tus preferencias y necesidades. En este sentido, se pueden eliminar o colocar distintas divisiones para, por ejemplo, mejorar la movilidad.
Si quieres tener un concepto abierto, es posible quitar los tabiques entre la cocina y el salón, para dar una mayor amplitud visual. También puedes incluir distintos elementos como escaleras, pasillos, buhardillas y hasta agregar nuevas habitaciones cuando el espacio te lo permite.
Renovación de instalaciones eléctricas y fontanería
Este es un aspecto clave, que se vuelve particularmente importante cuando se trata de renovar una vivienda antigua. Todo el cableado y conexiones eléctricas deben responder a las regulaciones establecidas y estar diseñado para soportar la carga que requieren tus electrodomésticos y otros equipos electrónicos.
En cuanto a las tuberías, las mismas deben renovarse para que no se presenten problemas de fugas y brinden el caudal necesario para la vivienda. Las mismas deben ser de los materiales autorizados y estar diseñadas acordes a los requerimientos del inmueble.
Eficiencia energética
Ya que estás afrontando la reforma integral de tu vivienda, es el momento adecuado para mejorar el uso de la energía. En primer lugar, debes garantizar un buen aislamiento para que los sistemas de climatización tengan un mejor consumo y por tanto reducir los gastos de electricidad.
Si las características del inmueble y tu presupuesto lo permiten, podrías plantearte colocar placas solares para hacer el cambio a una energía más limpia y económica. Toma en cuenta que en muchas comunidades autónomas otorgan ayudas para la instalación de estas estructuras.
¿Qué tipo reforma hacer en mi vivienda?
Esto va a depender en gran medida de tus necesidades, tiempo y presupuesto disponible para abordar la reforma. Si lo que buscas es lograr una venta o alquiler más rápido y con mejores beneficios, lo más conveniente puede ser un home staging.
En caso de que necesites adaptar algunos espacios de la vivienda para hacerla más funcional, pero no puedes mudarte te conviene evaluar una reforma parcial. Esta tiene la ventaja de que te permite manejar tu presupuesto e ir adaptando los espacios de forma gradual.
No obstante, toma en cuenta que vivir en una casa en reformas puede llegar a ser muy incómodo, por lo que algunos expertos plantean iniciar varias reformas parciales. Por ejemplo, hacer cambios en el baño y la cocina, que además son las reformas que más suelen revalorizar un inmueble.
Si has comprado o heredado una vivienda antigua, muy seguramente puedes requerir hacer cambios importantes para hacerla habitable y funcional. Para esto, lo mejor es realizar una reforma integral, aunque para esto necesitas un presupuesto importante y tiempo suficiente.
Las reformas integrales suelen tomar meses o incluso años, según la envergadura de las obras a realizar. Por tanto, debes contar con otro lugar para vivir mientras se realizan las obras y tener un arquitecto a cargo para supervisar las mismas.
La gran ventaja de una reforma integral es que al final contarás con una vivienda que se ajusta a tus preferencias de diseño y cumple con tus necesidades. Si se ha realizado cumpliendo con toda la normativa y es de calidad, por lo general el inmueble incrementa su valor en gran medida.