Tipos de tapicerías para sofás

El sofá es el mueble más resaltante de cualquier salón y también el que recibe el uso más intensivo. Por esto, al momento de elegir la tapicería que más te conviene debes pensar en tus necesidades particulares y las de tu familia.

Una buena tapicería debe ser duradera, resistente a la abrasión y fácil de mantener para siempre luzca impecable. Si en casa viven niños o mascotas, también tienes que pensar soporte bien las manchas frecuentes y los arañazos.

Las opciones de materiales en tapicería son muy amplias, desde el clásico algodón o la piel hasta tejidos sintéticos como el rayón o el terciopelo. Lo importante es que vaya con tu decoración y se ajuste a tu estilo de vida.

Lo que debes tomar en cuenta al elegir la tapicería del sofá

Al momento de seleccionar la tapicería hay algunas características que son básicas para garantizar su resistencia y durabilidad. Estas son las siguientes:

Índice de abrasión: también conocido como índice de Martindale determina la resistencia que tiene una tela al rozamiento constante. Esta información la consigues en la etiqueta de la tela y un valor por encima de 25.000 ciclos Martindale es adecuada para un sofá de poco uso y si lo utilizas muy frecuentemente a partir de los 40.000 ciclos es lo adecuado.

Calidad: debes preferir tejidos que sean gruesos y por tanto soporten mejor el desgaste, además debes comprobar que no se deforme al tensarlo. Igualmente, revisa que la trama del hilo no se abra cuando estiras la tela.

Facilidad de limpieza: un sofá siempre está propenso a sufrir accidentes como derrame de líquidos, además de que se acumula el polvo en su superficie. Hay tapicerías que se limpian más fácilmente y algunas telas tienen tratamientos antimanchas que brindan mayor protección.

Tapicería de materiales naturales

Estos pueden ser básicamente de fibras de plantas o de piel, las cuales suelen ofrecer mayor calidez que la tapicería sintética. Las más comunes son:

Algodón

Las fibras de algodón son bastante flexibles y son muy resistentes al desgaste y el rasgado, además de que brinda confort en distintos tipos de clima. Para evitar que se encoja, esta tela puede recibir un tratamiento de sanforizado y tiene la desventaja de que puede arrugarse.

Una buena opción para usar en tapicería es la loneta de hilos de algodón, que es mucho más gruesa y soporta muy bien la abrasión. Además, no se arruga fácilmente y es ideal para colocar en muebles que reciben un uso intensivo.

Lino

No es uno de los tejidos más frecuentes para tapizar los sofás, pero tiene algunas características interesantes a considerar. Entre estos que tiene una agradable sensación al tacto y controla bastante bien la humedad, por lo que es muy fresca.

Este tejido se caracteriza por ser poco elástico y su resistencia a los rasgados es superior hasta en un 50% al algodón. Por otra parte, no suele soltar pelusas y tiene un aspecto muy natural, se suele arrugar aunque se pueden conseguir algunos con tratamiento antiarrugas.

Piel

Este es uno de los materiales favoritos de muchas personas para tapizar el sofá porque es muy resistente y fácil de mantener. Se utiliza principalmente piel de bovino y según la zona de donde proviene y su tratamiento, existen distintos tipos de piel para tapizar.

La de mayor calidad es la piel de grano completo, siendo la más superficial y a la que solo se le trata con un tinte. Por tanto, tiene una excelente textura, gran resistencia y muestra las imperfecciones naturales que son uno de los principales atractivos de este tipo de tapizado.

Otros tipos de piel utilizados en tapicería son la de grano superior que tiene una excelente calidad y la piel espesorada o partida. Esta última es un poco más fibrosa y recibe tratamientos especiales para hacerla más resistente, aunque es menos flexible y un poco más económica.

Tapicería de materiales sintéticos

Para mejorar la resistencia y durabilidad de las telas utilizadas para tapizados, se han elaborado diversas fibras sintéticas, que tienen propiedades particulares. Entre las mismas destacan:

Terciopelo

Este tejido se ha vuelto popular en el tapizado por su textura muy suave al tacto y además brinda un aspecto muy elegante. Está hecho principalmente con hilos de algodón que se combina con una tela base que puede ser de nailon o poliéster.

La forma en que se arreglan los hilos da como resultado una tela de aspecto sedoso, pero su alto contenido de poliéster la hace muy resistente. Hay algunos terciopelos que vienen con tratamiento antimanchas para una limpieza más sencilla y brinda una gran calidez.

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Polipiel

Esta es una imitación sintética de la piel que se hace con diversos materiales plásticos que le brindan resistencia. Hay distintos tipos de polipiel, con relación a la base donde se fabrica, siendo una de las más comunes la solar con base non woven (formada por una red de fibras).

Hay otras que tienen revestimientos de PVC que le dan una mayor resistencia a la abrasión y algunas están hechas totalmente de poliéster , por lo que son muy lisas y suaves. La polipiel es fácil de mantener, soporta bien las manchas, pero suele tener menor resistencia que la piel natural.

Chenilla

Esta es una tela con un tejido especial hecho con hilo de pelo cortado y que se puede tejer en punto o en un telar. Tiene una textura muy suave, gran volumen, suele ser muy resistente y bastante cálida.

Aunque puede existir tejido de chenilla de algodón, lo más común es que se haga con hilos de poliéster o de nailon. Tiene la ventaja de que no se arruga, se puede conseguir en gran diversidad de colores y tiene una excelente relación calidad/precio.

Alcántara

Este textil es uno de los más apreciados en la tapicería y se fabrica a partir de microfibras de materiales sintéticos que se entrelazan con punzadas de una aguja. Esto le brinda un tacto muy suave que recuerda la textura del terciopelo y el ante, debido a que sus fibras son hasta 50 veces más finas que las del algodón.

Por lo general está compuesta de un 68% de poliéster y un 32% de poliuretano, por lo que tienen una gran resistencia a la abrasión. Se puede encontrar en diferentes grosores, disponible en variedad de colores y es de fácil mantenimiento, aunque puede ser algo costosa.

Seda artificial

Mejor conocida como rayón esta es una tela sintética que se elabora a partir de fibra de celulosa a la que se le aplica un tratamiento especial. El resultado es una tela con una textura similar a la seda natural, pero mucho más sencilla de mantener y más económica.

Este tejido tiene como ventaja principalmente su aspecto estético, aunque tiene una resistencia de baja a media. Solo se recomienda para aquellos sofás que reciben poco uso a fin de que no sufran un gran desgaste.