Tipos de aceros

Lo primero que debes saber para entender los distintos tipos de aceros que existen es qué es el acero. Éste es un metal que queda compuesto a través de aleaciones de, fundamentalmente, hierro y carbono. Estas aleaciones permiten que el acero pueda conservar de manera sencilla las características metálicas del hierro en estado puro, haciendo que la adición de carbono y de otros elementos (metálicos o no) mejoren sus propiedades físico – químicas.

Usos y aplicaciones de los distintos tipos de aceros

Los tipos de aceros que se conocen son utilizados en una gran variedad de sectores, como es el caso de la construcción, donde el acero es utilizado con la finalidad de armar el hormigón, vestir fachadas o reforzar cimientos. Además, algunos elementos auxiliares propios de la obra también están realizados con este material, como es el caso de los andamios.

Otro de los sectores con una mayor predominancia del uso del acero es el mercado de la automoción, que utilizan varios tipos de aceros para la fabricación de chasis y carrocerías, además de otras piezas internas que permiten que los automóviles puedan funcionar de manera correcta.

Algunos sectores donde el acero también tiene una importante presencia son el mundo de las telecomunicaciones (piezas internas de móviles, televisores, etcétera) y la industria química, ya que algunos tipos de aceros soportan altas temperaturas sin importar las condiciones de las mismas, por lo que es utilizado para elaborar sus construcciones principales.

Tipos de aceros

Acero Corten

Se trata de una aleación con níquel, cobre, fósforo y cromo que está hecho con una composición química tal que hace que su oxidación tenga unas características particulares que permiten que la pieza quede protegida frente a la corrosión atmosférica, sin que llegue a perder sus características mecánicas.

Esto se debe a que se crea una película de óxido impermeable al agua y al vapor de agua que hace que la oxidación del acero se quede paralizada, sin que pueda proseguir hacia el interior de la pieza.

Acero Calmado

Este tipo de acero también es conocido como Acero Reposado. Es aquel que ha sido desoxidado por completo antes de pasar por la colada, a través de la adición de metales que permiten que esta desoxidación sea posible. Este tratamiento hace que se puedan conseguir piezas perfectas, ya que no se producen gases durante la solidificación y se evitan las sopladuras.

Acero Galvanizado

Este tipo de acero se galvaniza por inmersión en caliente, haciendo que como resultado se obtenga un producto que combina las características de resistencia mecánica propias del acero y la resistencia a la corrosión que genera el zinc.

Por ello, el tipo de acero de carácter galvanizado tiene una lata resistencia a la abrasión y a la corrosión, lo cual lo hace perfecto para ser utilizado en construcciones de edificaciones, instalaciones industriales y equipamientos de carreteras, entre otros.

Acero Inoxidable

El tipo de acero inoxidable es el que contiene en su peso un 10,5% de cromo como mínimo, pero nunca más de un 1,20% de carbono, disponga o no de cualquier otro elemento de aleación. Suele contener cromo, níquel y otros elementos de aleación, razón por la cual tiene ese carácter brillante y resistente a la corrosión pese a la acción de la humedad o de gases o ácidos. Por esto es empleado con frecuencia para fines decorativos.

Algunos de estos tipos de aceros son de especial dureza incluso durante exposiciones prolongadas a temperaturas.

Acero Laminado

Este tipo de acero es sometido a tracción, haciendo que se deforme y aumente su longitud. Una vez se retira la tensión, las barras de acero vuelven a su posición original y a su longitud habitual, sin sufrir deformaciones importantes, que es lo que se conoce como límite elástico.

El tipo de acero laminado está constituido por un mínimo no detallado de elementos de aleación, con una mayor proporción de carbono que hacer que su ductilidad y su soldabilidad se vea singularmente reducida, aunque, a cambio, aumenta su resistencia.

Acero estirado en frío

Este tipo de acero tiene la característica de que ha sido sometido a un tratamiento especial para mejorar su límite elástico.

Acero Suave

Este tipo de acero es también conocido como acero dulce. Los niveles de carbono del acero suave se sitúan entre el 0,15 y el 0,25%, por lo que es considerado como hierro puro, prácticamente. Esto implica que tiene una gran ductilidad y una alta resistencia a la corrosión.

Acero Intemperizado

Este tipo de acero es de alta resistencia y, cuando es expuesto a lluvias o a humedad considerable, desarrolla una capa de óxido sobre su superficie. Tiene la ventaja, no obstante, de adherirse al elemento metálico principal, haciendo que éste quede protegido de la corrosión que le sucedería.

Acero Negro

Es un tipo de acero con unos niveles de carbono muy bajos y al cual no se le ha aplicado ningún tipo de tratamiento superficial adicional. Esto implica que el proceso de fabricación final hará que se oscurezca su superficie como consecuencia de la fina capa de carbono que quedará superpuesta a ésta.