Los cactus pertenecen a la familia Cactaceae de las plantas suculentas. Estas especies se caracterizan por acumular agua y nutrientes en sus tejidos, lo que les confiere la capacidad de adaptarse al hábitat en el que se desarrollan, siendo capaces de sobrevivir incluso en terrenos de extrema aridez y sequedad.
A continuación, te enseñamos cuáles son los tipos de cactus más comunes y populares, en especial aquellos perfectos para tu casa.
Echinocactus grusonii
El Echinocactus grusonii es el ejemplo claro que a todos nos viene a la cabeza cuando pensamos en los cactus de espina. Se lo conoce también como cactus erizo o “asiento de suegra” y es una de las plantas suculentas más cultivadas, aunque está catalogada como especie en peligro de extinción en su hábitat natural.
Este tipo de cactus florece en verano, con flores de color entre rojo y amarillo situadas en la parte superior de la planta. Lamentablemente, la vida de estas flores es de aproximadamente tres días.
El Echinocactus grusonii tiene una perfecta forma de barril y es de color verde muy vivo. Sus espinas son fuertes y redondas, de color amarillo o rojizo. Son extremadamente fáciles de cuidar, ya que necesita un bajo mantenimiento, como es el caso de casi todas las suculentas. Precisa de mucho sol, por lo que será indispensable que la ubiques en un espacio muy soleado, a fin de cuentas, es una planta de desierto, por lo que no sobrevive a las heladas.
Lithops
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También conocidos como planta piedra. Como su nombre indica, esta planta mimetiza la forma de una piedra por instinto de supervivencia, ya que la finalidad de protegerse contra los animales.
Los cactus Lithops desarrollan flores de diferentes colores, eso sí, florecen durante el otoño y estas flores serán de hábito nocturno, un poco más grandes que las margaritas, flores a las que se asemejan, y de ligera fragancia. De cada uno de los cactos de la planta sólo crecerá una única flor.
Además, este tipo de cactus se desarrolla muy bien en espacios de mucha luz solar directa, aunque es importante tener en cuenta que no soportan el exceso de agua ya que, si se encharcan, pueden llegar a pudrirse. Además, en invierno se da la época de reposo del Lithops y sus necesidades hídricas se verán considerablemente reducidas.
Chumbera
Este tipo de cactus invasivo es muy común de la zona del Mediterráneo, donde no es difícil encontrárselo en forma de matorral que puede llegar a alcanzar los cuatro metros de altura y de ancho. Tienen un crecimiento muy acelerado y florece una vez al año, con flores en forma de corona en la parte superior de algunas de sus ramas. Además, la chumbera también da frutos. Se trata de bayas ovaladas, difíciles de coger ya que tienen espinas y la cáscara gruesa, pero tiene una gran cantidad de semillas que pueden ingerirse, así como la carne del fruto, ambas muy digestivas.
Al igual que casi todos los casi todos los cactus, la chumbera exige una gran cantidad de sol y no es difícil encontrárselo en regiones desérticas, debido a su alto nivel de adaptación a suelos arenosos y a humedades reducidas.
Mammillaria fraileana
Este tipo de cactus es originario de México y es uno de los géneros de cactus más grandes, contando con más de 350 especies diferentes.
Sus flores tienen forma de campana, son de color rosa y presentan sépalos tintados. El fruto que producen es rojo y en el interior, guarda una semilla negra.
Como todos, este cactus necesita mucha luz para crecer y llega a soportar temperaturas extremas tanto de frío como de calor. Además, apenas necesita agua para subsistir, lo que hace que los riegos sean sólo necesarios cuando el sustrato esté seco. No obstante, en épocas invernales y otoñales, si se riega una vez al mes, es suficiente. Es importante tener en cuenta que, como pasa con el Lilithops, no tolera los encharcamientos.
