Las coliflores o coles son hortalizas que podemos tener en nuestra mesa durante casi todo el año. Incluso en invierno, cuando otras como el tomate y el pepino se ausentan, podemos cosechar o comprar varias de los muchísimos tipos de coles que la naturaleza pone a nuestra disposición, todas con alto valor nutritivo y digestivo.
En este artículo nos proponemos repasar esos tipos de coliflores, para que los conozcas y te motives a incorporarlos a tu dieta habitual.
Una clasificación global
Para definir los tipos de coliflores que existen hay variados criterios de clasificación.
El primero de ellos tiene un enfoque global y divide los tipos de coles en dos grupos grandes signados por el origen geográfico: el de las orientales (Asia) y el de las occidentales (Europa y América).
Coliflores orientales
Este grupo engloba a un gran número de coles, unas más conocidas que otras.
Entre estas tenemos a la conocida como mostaza oriental, reconocible por su aspecto grande y sus hojas bastante gruesas; el brécol chino o col china rizada; las verduras mizuna, de hojas muy hendidas y casi plumosas, con un color verde oscuro; y el pak choi, de cabeza suelta y hojas rígidas, con una nervadura central muy amplia.
Asimismo, son coles orientales también la mostaza espinaca o Komatsuna mizuna, y los repollos o lechuga china, nombrada así por el parecido con la lechuga común.
Coliflores occidentales
Las coles occidentales son más conocidas por nosotros y habituales en nuestra dieta.
Entre ellas tenemos la col rizada, de valor ornamental además de nutricional; las populares coliflores, con su distintiva pella blanca, aunque actualmente las hay también naranjas y violetas; las coles de Bruselas; los repollos, incluyendo la col lombarda, en varios colores y tipos de hojas; y los brécoles, no muy conocidos pero bastante similares al brócoli.
Otras coliflores o coles occidentales son los extremos de nabos y el brécol raba, de sabor un tanto dulce; las calabreas o brócoli, de amplia demanda a día de hoy; y las coles romanesco, una especie de híbrido de coliflor y brécol.
Además de por la procedencia geográfica las coliflores pueden diferenciarse atendiendo a muchos otros criterios o características como la forma de la pella, la etapa de recolecta y la precocidad.
Coliflores esféricas
Así, en base al primer criterio tenemos varios tipos. Están las coliflores esféricas, con formas redondeadas; las cónicas, de inflorescencias que se agrupan en conjuntos que simulan ese cuerpo; abombadas, que no clasifican como esféricas porque las pellas son más amplias arriba que abajo; aplanadas, con una apariencia aplastada o escachada; y huecas, con inflorescencias que se ramifican para formar pellas no muy compactas y vacías en el interior.
En cuanto a la longitud de su ciclo y etapa de recolecta las coliflores pueden ser también de variados tipos.
Coliflores de ciclo corto y de ciclo medio
Las hay de ciclo corto y recolección en la etapa de verano-otoño, coliflores que culminan su ciclo en un intervalo entre los 45 y 90 días después de ser plantadas. Como norma mayoritaria, estas coliflores forman pellas tiernas y poco compactas.
Por otro lado, existen coliflores de ciclo medio y que son cosechadas desde finales de otoño hasta mediados de la etapa invernal, intervalo que hace una cobertura de ciclo de tres a cuatro meses.
Las pellas de las coliflores de este tipo son más compactas que las de las de ciclo corto, y menos que las de las variedades de ciclo largo. Estas últimas se recolectan de mediados de invierno a principios de primavera, en un lapso que puede ir de cuatro meses a un semestre. Además de bastante compactas, las pellas de estos tipos de coliflores se destacan por ser muy resistentes al frío y tener numerosas hojas.
Minicoliflores
Por último, un tipo de coliflor bastante sui géneris son las llamadas minicoliflores, variedades que son cultivadas para la congelación por su elevada disponibilidad durante todo el año. Como su nombre indica son bastante pequeñas, con pellas que no rebasan los 10 centímetros de diámetro.
Utilidad, usos y valor de las coliflores
Como hortalizas las coles o coliflores pueden aportar mucho en la alimentación humana y animal. La mayoría de ellas son ricas en fibra, lo que ayuda y beneficia los procesos digestivos, además de crear una sensación de saciedad que mucho bien hace en los planes de control del peso corporal. Todo ello con un bajo aporte calórico, que permite hacer frente al sobrepeso y la obesidad,
Asimismo, las coliflores son ricas en vitamina A y C, y B-caroteno, nutrientes de mucha importancia para las funciones vitales del organismo y la salud en general.
Para comerlas hay muchas formas y platos, que van desde ensaladas hasta preparados que incluyen alguna col como ingrediente.
Puede que una no nos guste, pero entre la cantidad de tipos que existen, de los que hemos hablado aquí, debe haber alguna que cumpla las expectativas de nuestro paladar y nos permita apropiarnos de sus muchos beneficios.
