Tipos de certificados energéticos de una vivienda

La energía de la que disponemos y el consumo que hacemos de ella es un tema cada vez más importante. En los últimos años, es un recurso que se ha encarecido notablemente y, además, también ha cambiado mucho nuestra percepción de él. Hay cantidad de políticas que apuestan por la eficiencia o fomentan el uso de energías renovables para minimizar nuestro impacto al emplear este bien.

No es algo tan nuevo, pues en parte gracias a este contexto nació hace mucho tiempo un documento en nuestro país denominado como el certificado de eficiencia energética. Se trata de un informe que contiene todas las características de un inmueble en este ámbito, por ejemplo, el consumo o la capacidad energética de la que dispone.

Pese a que es bastante común, hay muchas personas que todavía desconocen realmente cuándo hay que solicitarlo o qué tipos diferentes de certificados existen. Todo esto es lo que vamos a explicarte a lo largo de este artículo.

Tipos de certificado energético

Los certificados energéticos pueden ser diferentes según si se tramita para una edificación al completo o solo para una parte de ella. También van a cambiar según el tipo de inmueble, por ejemplo, si es una vivienda o un negocio. Te mostramos cuáles son y qué características tiene cada uno de ellos.

Certificado energético de edificio completo

Esta modalidad de certificado energético se otorga cuando un edificio se destina íntegramente a un mismo fin. No es válido, por ejemplo, para los que tienen viviendas en las plantas altas, pero disponen de bajos comerciales. Para ello, la construcción debe disponer de un Informe de Evaluación de Edificios (IEE).

Certificado energético de vivienda

En otros casos se va a certificar una vivienda concreta que se encuentra en un edificio, es decir, solo una parte de la construcción total. Lo más común es que se realice esta operación en los edificios que ya tienen muchos años, cuando se reforma un inmueble y se adecua para vivir.

Certificado energético de local comercial

Los locales comerciales tienen un tipo de certificado energético para ellos y lo habitual es que se tramite en el momento en el que se va a solicitar una licencia de apertura. Según el entorno en el que se encuentre, este certificado puede llegar a presentar uno de los costes más altos, pues habitualmente necesitan más iluminación (y de forma constante) que los inmuebles que se destinan para vivienda.

Certificado energético para obra nueva

El certificado de obra nueva engloba a todo tipo de inmuebles que se acaban de construir. Tiene otros requerimientos que pueden ser algo diferentes a los demás, por ejemplo, para las viviendas se suele solicitar un informe con el consumo habitual, algo que no se puede exigir en un inmueble de reciente creación en el que nadie ha podido vivir todavía. Sin embargo, va a ser indispensable obtener este certificado para que el domicilio se pueda poner a la venta o alquilar.

¿Quién hace el certificado de eficiencia energética?

El certificado de eficiencia energética es un documento oficial en nuestro país que es solicitado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo para todo tipo de inmuebles, tanto viviendas como comercios u otros espacios. Su misión es la de velar por la sostenibilidad y cumplir con el plan de mejora en la eficiencia energética dentro del marco de la Unión Europea.

Los profesionales que realizan este certificado tienen que tener las cualificaciones necesarias para llevarlo a cabo y los conocimientos para acreditar los aspectos técnicos. Según el Real Decreto 235/2013 pueden efectuarlo los expertos que estén en disposición de titulaciones que permitan llevar a cabo proyectos de obra, dirección de obra, ejecución e instalaciones térmicas. Hay empresas que están especializadas en esos y otros trámites como las cédulas de habitabilidad. Aquí puedes acceder a una de ellas:  https://www.arkespai.com/cedula-de-habitabilidad-valencia/

¿Cuánto cuesta un certificado de eficiencia energética?

Pese a que el certificado de eficiencia energética está dentro de una normativa y es requerido por determinados organismos oficiales, lo cierto es que la ley no contempla ningún rango de precios para él. De esta forma, van a ser los técnicos cualificados los que pongan precios acordes con el mercado en cada momento.

En ello van a influir aspectos como el tamaño de la vivienda o las condiciones de la instalación. Es una cuestión bastante lógica, pues cuanto más tiempo inviertan los especialistas, más horas de trabajo van a terminar cobrando. También pueden cambiar los precios según la ubicación, pues hay ciudades con niveles de vida más elevados que otras.

De una forma muy generalizada y para que te hagas una idea, una vivienda de un tamaño medio como puede ser entre 50 y 100 metros cuadrados va a tener un precio que ronde los 60 o 120 euros. Por otro lado, una vivienda unifamiliar o chalet puede llegar hasta los 22 o 300 euros.

¿Es obligatorio el certificado de eficiencia energética para vender?

Hay muchas personas que se preguntan por la necesidad de tener un certificado de eficiencia energética y las dudas se incrementan en el caso de querer vender la vivienda o el local. Lo cierto es que para hacer este tipo de operaciones es totalmente obligatorio contar con este documento, algo que viene expresado en la ley vigente.

El motivo fundamental de que tengas que disponer de él en caso de hacer una venta es este, su obligatoriedad, pero también hay más razones que lo explican. En este documento se muestra información relevante sobre el inmueble, su estado, su capacidad y su consumo, algo que es imprescindible para una persona que desea comprarlo y necesita conocer sus cualidades, además de los gastos de mantenimiento que va a tener que abordar.

También acredita su eficiencia, por lo tanto, en el caso de disponer de una propiedad que es especialmente rentable en este sentido o muy autosuficiente, será una información atractiva para potenciar su venta.

En cualquier caso, ya sea por evitar problemas legales o para facilitar cualquier operación con el inmueble, obtenerlo es más que una buena decisión. Además, en el momento en el que vivimos y la importancia que está cobrando el asunto del gasto en la energía, es cada vez más importante para los propios usuarios o propietarios de las construcciones.