Los juicios son una parte muy importante de cualquier Estado de Derecho. En ellos se aplica la ley y se resuelven conflictos que pueden ser de muchos tipos. Precisamente, para abordar todos los temas que ocupan a ciudadanos o empresas, existen diferentes modalidades de los mismos.
Cuando los intereses de dos partes se encuentran enfrentados y no hay forma de llegar a un consenso, será el Tribunal el que se ocupe de ofrecer una solución que se presume como justa y acorde con la legislación. Pero, ¿sabes cuáles son los diferentes tipos de juicios que existen en nuestro país?
Te explicamos cuáles son y sus principales características para que puedas tenerlo en cuenta ante cualquier conflicto al que te enfrentes. También te ayudará a conocer mejor el proceso al que te expones si vas a acudir a juicio próximamente.
¿Qué es un juicio?
Más o menos todas las personas tienen una idea clara de lo que es un juicio. A efectos formales, se trata de un acto procesal público en el cual se reúnen tanto las partes acusadoras como la defensa para exponer sus versiones de los hechos y que el tribunal determine las bases para la resolución del conflicto.
Al fin y al cabo, lo que se hace en un juicio es solucionar cualquier tipo de disputa de la forma más justa y civilizada posible, cuando las personas no son capaces de llegar a un consenso por sí solas. Por los códigos de este tipo de acto, es importante que las partes estén representadas por expertos en derecho que conocen bien tanto la ley como los procedimientos. En despachos profesionales como Garanley Abogados tienen varios especialistas en diferentes ramas del derecho, por lo que permiten encontrar una defensa óptima para cualquier tipo de juicio.
Como norma general, todos los procesos judiciales se suceden en las siguientes fases:
- Se interpone la demanda en cuestión
- La demanda es trasladada hasta el demandado
- El demandado contesta a dicha demanda
- Se efectúa una vista o audiencia previa
- Se desarrolla el juicio
- Hay una sentencia
- Se abre un plazo para recursos
Los tipos de juicios que existen y sus principales características
El tipo de juicio al que nos podemos enfrentar en cada caso va a depender de la jurisdicción a la que pertenezca. Te mostramos las variedades que existen y en qué consiste cada una de ellas.
Juicio penal
El juicio penal es el que transcurre cuando se ha cometido un delito o falta que es punible por ley. Los más comunes pueden ser robos, tráfico de drogas u homicidios, entre otros. En este tipo de procedimiento hay una fase de instrucción mediante la cual se investiga el caso que se va a abordar y, después, se formaliza la acusación. Habitualmente se produce un juicio oral que permite presentar pruebas o testimonios a ambas partes y, finalmente, queda visto para sentencia. Los juicios penales pueden efectuarse rápidos, ordinarios o con jurado popular.
Juicio civil
Un juicio civil se va a centrar en las disputas que surgen entre dos ciudadanos. Se trata de reclamaciones entre particulares como los impagos o los daños y perjuicios ocasionados por un accidente. Se llega a un juicio civil porque ambas partes no consiguen arreglar el conflicto por sus propios medios, de hecho, en algunos casos se produce una mediación formal antes de llegar a este punto. Una vez interpuesta la demanda, ambos implicados tendrán un plazo de tiempo para presentar las pruebas. Una vez contrastadas, se producirá la sentencia.
Juicio laboral
El juicio laboral es todo aquel en el que se disputan los derechos que están relacionados con la Seguridad Social y el trabajo. Los implicados pueden ser empleadores, empleados y también sindicatos de trabajadores. Habitualmente se tratan temas como las sanciones laborales, los despidos improcedentes o las jubilaciones. En este caso es indispensable que se produzca un intento de conciliación previa antes de que se llegue al proceso judicial, con el fin de llegar a un acuerdo amistoso. Esta modalidad de juicio tiene otra característica importante, y es que siempre es oral y público.
Juicio contencioso – administrativo
En el caso de que el conflicto presente a la Administración Pública como una de las partes involucradas, se producirá un juicio contencioso – administrativo. Es otro de los casos en los que es imprescindible agotar primero todas las vías administrativas antes de llegar a este trámite. Los casos más habituales tienen que ver con las reclamaciones de nulidad de procedimientos o el ámbito de la corrupción.
¿Cuánto tarda en salir un juicio?
Una de las preguntas más comunes es precisamente esta, ¿cuánto tarda en salir un juicio? A menudo se tiene la idea de que la justicia es lenta o se genera una gran incertidumbre al ver que pasan los días y no llega el momento. Es importante saber que en España los plazos son variables, aunque con algunas condiciones.
Se determina en el tiempo que transcurre entre la presentación de la demanda y el momento en el que se celebra el juicio como un plazo que varía según los procedimientos que se tengan que hacer de por medio, la lentitud de los mismos y las exigencias burocráticas. Como norma general puede tomar entre 6 y 9 meses de media.
Conejos para salir bien parado de un juicio
Tras la celebración del juicio vendrá una sentencia que nos puede ser favorable o no. Por esto mismo, saber actuar de una forma estratégica durante este acto puede tener mucho que ver con el resultado y con la impresión que se cause al jurado. Estos son algunos consejos para enfrentarse con éxito a un juicio de cualquier tipo:
- Escuchar y hacer caso a lo que recomiendan los abogados, son los verdaderos expertos en este ámbito.
- Preguntar todas las dudas a los expertos para conocer mejor la situación particular.
- Colaborar en todo momento con la justicia y ser responsable con los plazos.
- Presentar las pruebas que se nos soliciten en tiempo y forma.
- Ser honesto con los abogados particulares para que conozcan bien la situación y puedan crear la mejor defensa.
- Tener paciencia con los diferentes trámites y protocolos.