La educación superior requiere de un alto grado de implicación y esfuerzo por parte de los estudiantes que quieren obtener unos ciertos conocimientos y conseguir su título universitario. De esta forma, estos estudios incluyen la realización de diferentes tipos de trabajos con características distintas. A continuación te contamos cuáles son los tipos de trabajos universitarios más comunes que existen y cuáles son los puntos a tener en cuenta para la realización de cada uno de ellos.
Resúmenes
En primer lugar encontramos los resúmenes, que pueden realizarse sobre todo tipo de temáticas, libros o materiales de estudio. Son un tipo de trabajos en el que los estudiantes universitarios deben concretar ideas principales de diferentes textos, de un temario, de un libro o de alguno de los conceptos estudiados en clase de forma que quede definida la idea del autor o la idea general de lo que se está estudiando. Los resúmenes deben ser imparciales y objetivos (a no ser que en el ejercicio se pida explícitamente la inclusión de la opinión personal). De esta manera, es un tipo de trabajo de síntesis y sobre todo de comprensión. Los profesores pueden pedirlos para asegurarse de que los estudiantes están comprendiendo bien lo que se está estudiando en las clases presenciales o telemáticas, ayudándoles de esta forma a que puedan llegar mucho más preparados para enfrentarse de forma exitosa a las evaluaciones.
Los trabajos académicos
Sin duda, uno de los tipos de trabajos universitarios clásicos que todos conocemos son los trabajos académicos. Este tipo de trabajos pueden versar sobre cualquier tema y siguen las pautas que establezcan previamente los profesores al exponer el trabajo a realizar ante los alumnos. En la mayoría de casos, aunque la temática y algunos aspectos concretos de la presentación pueden variar, estos trabajos deben incluir un resumen, una introducción, bibliografía, una hipótesis, el planteamiento de diferentes incógnitas a resolver, el desarrollo práctico del trabajo y las conclusiones encontradas, bien sintetizadas y analizadas, incluyendo siempre una opinión crítica personal apoyada en datos objetivos y reforzada con bibliografía.
Los ensayos
Por otro lado encontramos los ensayos, un tipo de trabajo en el que los estudiantes deben plantear y desarrollar sus propias ideas en torno a un tema previamente establecido por los profesores. Se diferencian de los clásicos trabajos académicos en que normalmente son más extensos y permiten a los estudiantes defender sus propias ideas sin tener que exponer de forma exacta los conceptos teóricos. Es decir, en los trabajos académicos se busca que el estudiante respalde todo lo que diga con datos y elementos bibliográficos, mientras en el ensayo se valorará mucho más la libre reflexión y la capacidad de razonamiento de los estudiantes.
El Trabajo Final
Por otro lado, sin duda otro de los tipos de trabajos universitarios más conocidos en la actualidad es el Trabajo Fin de Grado o de Máster (TFG o TFM). Este trabajo es un proyecto autónomo que deben desarrollar los estudiantes bajo la directiva de un tutor, y que tiene como finalidad principal que los estudiantes puedan integrar todos los contenidos formativos que han estudiado durante todo el Grado o Máster. Estos trabajos son una asignatura completa en el plan formativo y es por ello que resulta fundamental establecer un calendario y empezar a dedicarle tiempo desde principio de curso si queremos elaborar un buen trabajo. Asimismo, los estudiantes que consideran que necesitarán una ayuda extra para poder elaborar un TFG o TFM de gran calidad cuentan con recursos interesantes como TFGaTiempo.com, profesionales de la enseñanza y de la realización de trabajos académicos capaces de asesorar y de ayudar con su TFG a todos los estudiantes que requieran de un impulso extra para preparar este tipo de trabajos universitarios.
Los informes
Del mismo modo, durante la etapa universitaria también pueden pedirte que realices un informe sobre diferentes temas. Los informes son unos trabajos en los que a partir de un escrito se debe demostrar la capacidad de análisis, de síntesis y de asimilación de los contenidos con las que cuenta cada estudiante. Puede ser cortos y concisos, pero siempre deben ser profundos y basarse en una investigación exhaustiva y fundamentada. Las características concretas de los informes variarán en función del tipo de estudios y de las indicaciones concretas de cada docente.
Los trabajos prácticos
Por último encontramos un tipo de trabajos universitarios que en la actualidad, con la nueva organización de los estudios universitarios, han pasado a ganar mucha importancia: los trabajos prácticos. Este tipo de trabajos resultan especialmente interesantes porque preparan a los estudiantes para realizar tareas que después podrán aplicar en el mundo laboral. En este tipo de trabajos se pueden tener que realizar todo tipo de prácticas diferentes dependiendo de los estudios (desde la elaboración de una clase completa en los estudios de Magisterio hasta la realización de una pieza audiovisual en Periodismo pasando por las prácticas en el laboratorio en los estudios de Química). Además estas prácticas normalmente suelen ir acompañadas de fichas en las que habrá que complementar de forma teórica y escrita lo realizado en la práctica al uso explicando cada paso y justificando cómo se ha realizado el ejercicio que formaba parte del trabajo práctico.