Los geranios son flores ornamentales que a casi todos gustan por su colorido y las buenas sensaciones y sentimientos que denotan y transmiten. De ellas existen varios tipos, los que debemos conocer si queremos cultivarlas, para darles el cuidado y la atención que requieren, aunque son sencillos, o simplemente para saber reconocer en su justa medida el alcance y buen detalle que significa regalar un geranio.
Por ello, a continuación compartimos información referente a los distintos tipos de geranios que existen, todos bellos y llenos de colorido y positivismo.
Geranio común
Originario de Sudáfrica y de nombre científico Pelargonium x hortorum, este es el tipo de geranio más reconocido y frecuente.
La especie alcanza normalmente los 60 centímetros de altura, pero si se le dan elementos de apoyo como arbustos mayores, por ejemplo, es capaz de alcanzar mayores dimensiones.
Las hojas de la planta tienen una forma redondeada, son relativamente lobuladas y tienen un color verde en tono oscuro.
En cuanto a las flores, son hermafroditas y vienen agrupadas en racimos semiesféricos. Sus colores pueden variar en dependencia del híbrido del que se trate, y es así que tenemos geranios comunes rosados, rojos, naranjas, morados y blancos.
Este tipo de geranio requiere ser cultivado al sol y en climas más bien cálidos, pues no tolera temperaturas muy bajas. No obstante, siempre que la temperatura no sea menor a los 0 grados Celsius, y se le proveen los cuidados y la atención básicas, como el sol y un sustrato fértil, suelto y drenado, florecerá para disfrute de todos.
Asimismo, el geranio común demanda el empleo de abono en primavera y verano, con lo que se evita que las hojas se tornen amarillentas.
Debe ser regado en verano unas dos veces por semana y en invierno dos por mes, pero nunca debe encharcarse, porque sería muy contraproducente.
Geranio de pensamiento
El geranio de pensamiento debe este nombre popular a las similitudes que tiene con el pensamiento humano o más bien al hecho de que su estética lo despierta y pone en movimiento.
Su nombre científico es Híbridos de Pelargonium grandiflorum y son el mejor tipo de geranio para cultivarlo en una habitación o interiores en los que queremos se consagren como uno de los centros de equilibrio y atención.
Las hojas son redondeadas en su borde alto y las flores destacan por ser grandes, con tamaños que suelen oscilar entre los cuatro y los seis centímetros de diámetro, Los colores de los pétalos son variables, de blanco a negro, y los dos superiores se distinguen por tener manchas de tono oscuro.
El geranio de pensamiento florece de la primavera al verano y en su cuidado es recomendable ponerlo diariamente al sol, propiciarle un riego adecuado y cambiarla la maceta año tras año.
Geranio limón
Este tipo de geranio engloba a varias especies con hojas aromáticas, muchas de las cuales huelen a limón, y que responden a varios nombres científicos como Pelargonium capitatum, Pelargonium graveolens, Pelargonium crispum, y muchos más.
El principal rasgo distintivo de todas es precisamente ese olor, que es percibido al oler sus flores, estar cerca de ellas o pisarlas.
Estos geranios son de flores moradas, asimétricas y con forma de umbela. Están encima de un pedúnculo y no van bien con temperaturas por debajo de la brecha de los 0 grados centígrados, razón por la que demandan cuidados especiales que los protegen de heladas y temperaturas extremas de frío.
Florecen en la etapa veraniega, período en el que deben ser regados dos veces por semana, mientras que en invierno solo es preciso hacerlo unas dos o tres veces por mes.
Muy importante en este tema del riego es que hay que dejar que la tierra seque bien tras la operación, pues estos geranios no toleran el encharcamiento ni la sobreabundancia de agua.
Geranio hojas de hiedra o Gitanilla
El nombre científico de este tipo de geranio es Híbridos de Pelargonium peltatum.
Perenne y de porte colgante, la planta tiene ramas angulosas y delgadas, que resultan muy bellas y únicas a la vista. Sus hojas son carnosas y poseen cinco lóbulos obtusos, con el borde entero y un pecíolo central bastante identificable.
El nombre popular de este tipo de geranio viene precisamente por el parecido de sus hojas con las de la hiedra. Otra peculiaridad está en las flores, que son las más variables entre todas las clases de geranio.
Resultan muy estéticas porque pueden venir en rosa, rojo, morado o lila, así como otros colores. Están reunidas en umbelas de poca densidad y florecen a partir de la primavera, hasta la etapa otoñal.
Desde el punto de vista ornamental, este tipo de geranio resulta idóneo para terrazas, ventanas y balcones, y otros lugares en el que sus ramas puedan quedar colgando al aire.
En su cuidado es oportuno cuidar que tome el sol con frecuencia, el cual tolera hasta en su plenitud porque es una planta resistente. Debe tener unas cuatro horas diarias de sol al menos.
De igual forma, y a diferencia de otros geranios, puede resistir heladas, siempre que no sean muy fuertes.
El de hojas de hiedra completa la cuarteta de tipos de geranios. Todos son muy bonitos y permiten alegrar lo mismo un espacio interior que uno exterior, a los que propician colorido, armonía y valor estético.
No son las únicas flores ornamentales por supuesto, pero sí están entre las más vistosas y de fácil logro. En comparación con otras los cuidados que requiere son pocos, aunque hay que respetárselos con minuciosidad para beneficiarnos de su poder ornamental y simbólico.