Tipos de liderazgo según Araceli Segarra

Saber guiar a otros es clave en muchas áreas, como empresas, deportes o grupos sociales. Existen distintas maneras de liderar, y conocerlas puede influir mucho en los resultados de un equipo. Araceli Segarra, alpinista con experiencia en crecimiento personal y entrenamiento, ha estudiado este tema a fondo. Ha identificado estilos de liderazgo que se ajustan a distintos momentos y personas, lo cual permite actuar con mayor eficacia según el entorno y las características de quienes forman parte del grupo.

¿Por qué es importante conocer los diferentes tipos de liderazgo?

Para conocer esos liderazgos lo mejor es contratar los servicios de Araceli Segarra a través de www.mtconsulting.es y así profundizar en el desarrollo de habilidades que permitan identificar y aplicar el estilo más adecuado en cada contexto. La formación personalizada ayuda a fortalecer el autoconocimiento y a potenciar la eficacia en la gestión de equipos.

Cada situación exige un tipo de liderazgo distinto, y la capacidad para cambiar de estilo según las necesidades es un signo de madurez y profesionalismo. La variedad de liderazgos que describe Araceli Segarra ofrece una guía práctica para que personas y organizaciones mejoren su rendimiento y alcancen objetivos con mayor eficacia.

Dicho esto, pasamos a mostrar los diferentes tipos de liderazgo para que los puedas conocer y usar el que mejor encaja con tu situación.

  1. Liderazgo situacional

Araceli Segarra resalta un modelo de liderazgo que se basa en la adaptación constante. En lugar de aplicar un único método para todos los casos, este enfoque propone que quien dirige debe ajustar su forma de actuar dependiendo del contexto, el nivel de preparación del grupo y las metas que se quieran alcanzar.

Este tipo de líder sabe cuándo debe asumir el control y cuándo conviene dejar que otros tomen decisiones o brindar respaldo. Su fortaleza está en observar con atención lo que ocurre en su entorno y comprender qué requiere el equipo en cada etapa. Así, puede cambiar su actitud y modo de actuar para lograr mejores resultados.

La esencia de esta manera de liderar está en la flexibilidad y en la capacidad de leer con precisión cada situación. No se trata de imponer una única visión, sino de encontrar el mejor camino en función de lo que sucede. El objetivo es sacar lo mejor de cada persona, manteniendo un ambiente colaborativo y eficaz. Quien aplica este enfoque desarrolla un alto nivel de empatía, siendo capaz de equilibrar las tareas con las emociones del grupo para impulsar el rendimiento sin perder la armonía.

  1. Liderazgo transformacional

El liderazgo transformacional se caracteriza por inspirar a las personas a crecer y superarse. Quien lo ejerce no solo se interesa por cumplir objetivos, sino que también impulsa el desarrollo personal de cada integrante del grupo. Este tipo de líder promueve un ambiente donde la creatividad y las nuevas ideas tienen espacio, ayudando al equipo a evolucionar.

Quienes lideran bajo este enfoque tienen una visión clara y contagian entusiasmo. Logran que las personas se involucren con lo que hacen y se sientan parte de algo importante. Su influencia va más allá de las tareas diarias, ya que transforman el clima de trabajo y fortalecen los lazos dentro del grupo. Gracias a su forma de actuar, consiguen que cada persona se esfuerce más y crea en sus propias capacidades, generando un cambio profundo tanto en el equipo como en la organización en su conjunto.

  1. Liderazgo autocrático

El estilo autocrático se basa en que una sola persona toma las decisiones importantes sin consultar al grupo. Este método de liderazgo se utiliza cuando es necesario actuar con rapidez y sin margen de error, como en momentos críticos o de urgencia, según destaca Araceli Segarra.

Quien dirige bajo esta forma establece reglas firmes y espera que se sigan sin discutir. Puede lograrse un alto rendimiento en poco tiempo, pero existe el peligro de que quienes forman parte del equipo se sientan excluidos o poco valorados. Si este tipo de liderazgo se mantiene por mucho tiempo, puede provocar cansancio o falta de interés en las tareas, lo que termina afectando el compromiso de los demás con los objetivos.

  1. Liderazgo coach

El liderazgo basado en el coaching se caracteriza por guiar al equipo con una actitud cercana y motivadora. Este estilo impulsa a cada persona a descubrir sus habilidades, a mejorar en lo que necesita y a superar barreras que limitan su progreso tanto en lo laboral como en lo personal.

El diálogo dentro del grupo se construye desde la comprensión y el respeto, lo que fomenta relaciones de confianza. Esta forma de liderar impulsa el aprendizaje diario y valora cada experiencia, incluso los fallos, como parte del camino para crecer. Se crea así un entorno donde todos pueden desarrollarse, aprender de lo vivido y seguir mejorando juntos, siempre con una actitud abierta al cambio y al avance individual y colectivo.

  1. Liderazgo colaborativo

El liderazgo basado en la colaboración busca unir esfuerzos y puntos de vista distintos para enfrentar desafíos difíciles. En un entorno global donde todo está relacionado, esta forma de dirigir se vuelve imprescindible para aprovechar el valor que cada persona puede aportar.

Este líder actúa como guía que crea un ambiente de apoyo y seguridad entre los miembros del grupo. Motiva a todos a participar, compartir opiniones y asumir compromisos de forma conjunta. Su manera de actuar favorece la conexión entre las personas y estimula propuestas novedosas que enriquecen los resultados. Este estilo genera un entorno donde cada integrante se siente parte del proceso, lo que permite alcanzar objetivos comunes con mayor eficacia y creatividad.

  1. Liderazgo visionario


El liderazgo con visión clara es esencial para construir un futuro prometedor. Quienes lo ejercen tienen una idea definida de la dirección que quieren tomar con su equipo u organización y saben cómo comunicar ese objetivo de manera motivadora.

Estos líderes impactan porque relacionan el momento actual con un propósito significativo, lo que provoca energía y ganas para lograr objetivos a largo plazo. Este tipo de liderazgo impulsa la creatividad y el compromiso, factores fundamentales para enfrentar cambios y competir con éxito.