Tipos de pérdida auditiva más comunes

Aunque comúnmente la conocemos como sordera, no existe un solo tipo de pérdida auditiva y puede estar originada por múltiples causas. En el siguiente artículo vamos a tratar de profundizar en la clasificación de los tipos de pérdida auditiva más comunes y qué partes del oído pueden estar implicadas.

Partes del oído que pueden verse afectadas

Es frecuente que asociemos la discapacidad auditiva con un problema en el tímpano o en otras partes del oído interno, lo cierto es que el problema puede tener su origen en cualquier parte del oído. El oído está dividido en tres partes: externo, medio e interno.

El oído externo está formado por las orejas (técnicamente se les denomina pabellón auditivo), el canal auditivo y el tímpano, que separa el oído externo del medio. Por su parte, el oído medio consta del propio tímpano y los tres pequeños huesos que envían las ondas del tímpano al oído interno. Por último, el oído interno, que está formado por la cóclea (el famoso caracol del oído, que en realidad es un pequeño órgano), los canales semicirculares responsables del equilibrio y los nervios acústicos, que conectan directamente con el cerebro.

Los problemas de audición por lesiones en el oído externo son infrecuentes, y normalmente cuando el problema que causa la sordera se deja ver en el pabellón auditivo puede ser porque se ha propagado hacia zonas externas, pero el problema normalmente no se encuentra ahí. En cambio, el origen sí puede estar en el oído medio y el interno, donde el sonido es recogido y transmitido para ser enviado al cerebro.

Tipos de pérdida auditiva

A grandes rasgos, los especialistas en audición han catalogado los problemas que originan la sordera en cuatro grandes tipos: pérdida auditiva conductiva, neurosensorial, mixta y trastorno del espectro neuropatía auditiva. Vamos a explicar cada uno de ellos para conocer las diferencias que existen en todos ellos y qué posibilidades existen de encontrar una solución a cada uno de ellos.

  • Pérdida auditiva conductiva. Es el tipo de pérdida de audición que se produce por la existencia de un bloqueo que impide que las ondas del sonido pasen del oído externo al medio. Con la medicación adecuada y con cirugía se pueden paliar los efectos de este bloqueo y hacerlo desaparecer de forma permanente.
  • Pérdida auditiva neurosensorial. Aquí el problema está en el oído interno o en el nervio auditivo, ya que la disfunción no procede de ninguna parte externa del oído, sino del propio nervio o de alguna parte delicada del oído interno.
  • Pérdida auditiva mixta. Se diagnostica pérdida de audición mixta cuando las causas que originan la pérdida de audición tienen un origen en el oído externo o medio y también en la parte neuronal.
  • Trastorno del espectro neuropatía auditiva. Es un tipo de trastorno que se produce cuando las ondas del sonido entran con normalidad en el oído, pero por culpa de la presencia de algún tipo de daños en el oído interno o el nervio auditivo, el sonido no es procesado adecuadamente y el cerebro se ve incapacitado para interpretarlo. El Instituto Nacional de la Sordera y otros Trastornos de la Comunicación de Estados unidos es un centro que puede ser de ayuda en los casos en los que aparezca un trastorno de estas características que afecte a la capacidad comunicativa del afectado.

Muchos de estos problemas de sordera pueden mitigarse con el uso de audífonos personalizados, soluciones adaptadas a cada caso pensadas para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Existen en la red sitios web donde se puede obtener información exhaustiva acerca de los diferentes tipos de audífonos, como en Audicost, donde trabajan con todo tipo de estilos y modelos de audífonos, desde los que están pensados para ser llevados dentro del oído como los que están ideados para llevarse por fuera.

Grados y tipologías de pérdidas auditivas

En función del nivel de pérdida de audición que declare un profesional y de las zonas que se vean afectadas como consecuencia de la pérdida de audición, la sordera puede clasificarse de distintas maneras y en diferente grado. Según la intensidad de la pérdida auditiva, esta puede ser leve, moderada, grave o profunda.

  • Pérdida de audición leve. Las personas que sufren una pérdida de audición leve puede escuchar algunos sonidos del habla, pero los sonidos más leves (susurros, pequeños chasquidos y demás, es imposible que los procese).
  • Pérdida de audición moderada. Se caracteriza por una pérdida de audición generalizada, normalmente en todo tipo de condiciones. Las carencias se dejan notar en diálogos, conciertos, música y demás.
  • Pérdida de audición grave. Este tipo de pacientes únicamente pueden escuchar sonidos fuertes, y a duras penas perciben las palabras que dice una persona al hablar.
  • Pérdida de audición profunda. Es, con diferencia, el tipo de sordera más importante. Una persona con pérdida auditiva profunda es incapaz de oír nada de lo que se habla y únicamente puede percibir algún sonido extremadamente fuerte.

En cuanto a su clasificación en función de las partes afectadas, la sordera puede tener seis clasificaciones diferentes que vamos a ver a continuación:

  • Unilateral o bilateral. Si la pérdida de audición se produce solo en un oído, los médicos la clasificarán como unilateral. En cambio, si el problema se reproduce en ambos oídos, estaremos hablando de una sordera bilateral.
  • Prelingüística o postlingüística. Si la sordera ha aparecido en los primeros meses de vida antes de que haya empezado a hablar, diremos que la pérdida de audición es prelingüística. Si ha aparecido cuando el sujeto ya ha aprendido a hablar, se la clasificará como postlingüística.
  • Simétrica o asimétrica. En caso de que la sordera sea bilateral, habrá que definir si es simétrica (se da en ambos oídos con la misma intensidad) o asimétrica (afecta más a un oído que a otro).
  • Gradual o repentina. La pérdida de audición puede ser un problema que se haya ido arrastrando en el tiempo, en cuyo caso será gradual, o haber aparecido de repente, es decir, ser una sordera repentina.
  • Fluctuante o estable. Los problemas de audición también pueden ir yendo y viniendo a placer y en función de una serie de condicionantes. Si la gravedad de la sordera va mejorando y empeorando con el tiempo, pero no desaparece, diremos que es una sordera fluctuante. En cambio, si el problema se presenta con la misma intensidad y gravedad y la pérdida es uniforme, se la catalogará como estable.
  • Congénita o adquirida. En caso de que la pérdida de audición se haya presentado desde el nacimiento, la sordera será considerada congénita y se estudiarán condicionantes hereditarios. Por su parte, la sordera adquirida, también conocida como de aparición tardía, se produce en un momento posterior de la vida.