El póker es un juego que se ha vuelto realmente popular a nivel mundial en los últimos años. Si bien la variante más conocida es el Texas Holdem, lo cierto es que existen otras modalidades de póker. A continuación revisamos los distintos tipos de póker que existen analizando sus características principales, para que puedas escoger el que mejor se adapte a tu forma de jugar o más llame tu atención.
El Texas Holdem Póker
Como indicábamos en la introducción, el Texas Holdem es la modalidad de póker más popular que existe actualmente. Se trata del tipo de póker más jugado en todo el mundo. En este caso, cada jugador recibe dos cartas propias. A continuación se colocan hasta cinco cartas comunes en la mesa. De esta manera, los jugadores podrán hacer uso de sus dos cartas propias y de las cinco comunes para crear la mejor jugada que puedan.
A partir de aquí se establecen cuatro rondas de apuestas diferentes preflop con cartas propias, flop con tres cartas comunes en la mesa y turn con cuatro cartas comunes en la mesa. Finalmente se juega el river con cinco cartas comunes en la mesa. Es la modalidad más famosa en todo el mundo, también entre los profesionales, y cada año existen multitud de eventos y torneos en todo el mundo, siendo el más popular las WSOP. Del mismo modo, es posible jugar al Texas Holdem online o mediante una app, siendo Pokertimeclub una de las mejores alternativas recomendadas por los expertos, así como también en cualquier casino que cuente con juegos de póker.
5 Card Stud
Por otro lado, encontramos el Card Stud, una de las modalidades de póker más originales y poco conocidas en todo el mundo, aunque en Estados Unidos es realmente famosa. Esta modalidad o tipo de póker destaca especialmente porque únicamente se reparte boca abajo una de las cartas propias del jugador, mientras que las otras quedan visibles. Esto, sin duda, aporta mucha información al resto de participantes.
En el 5 Card Stud, antes de empezar con la primera ronda se reparten dos cartas a cada jugador, una cubierta y la otra descubierta. Después tiene lugar una ronda de apuestas y se entrega de nuevo una carta descubierta a cada uno de los jugadores. Así continúa el juego hasta que se repartan cinco cartas a cada jugador, habiendo cuatro rondas de apuestas.
5 Card Draw Poker
Por otro lado encontramos el 5 Card Draw Poker, una modalidad anterior al Texas Holdem, aunque menos popular. En este tipo de póker se reparten un total de cinco cartas por jugador, y se realiza la primera ronda de apuestas. A continuación tiene lugar un descarte, y posteriormente se produce otra segunda y última ronda de apuestas.
En el 5 Card Draw, si se llega al showdown y varios jugadores estén en la final de la última ronda de apuestas, gana al jugador que tenga la jugada más alta con sus cinco cartas propias. También se le denomina póker clásico porque es el más tradicional de todos.
El Omaha
Por delante del Texas Holdem en cuanto a modernidad encontramos el Omaha. El póker Omaha es realmente una de las versiones más avanzadas del Texas Holdem, y también un tipo de póker bastante complicado, que se juega bastante online, aunque requiere de experiencia para conseguir una cierta profesionalidad.
En el póker Omaha se reparten cuatro cartas propias tapadas a los jugadores, y se realizan 4 rondas de apuestas: preflop, flop, turn y river. Los jugadores sólo pueden usar dos cartas propias para elaborar sus jugadas, así como tres cartas comunes.
7 Card Stud
Uno de los tipos de póker más complicados de aprender y controlar es el 7 Card Stud. Es parecido al 5 Card Stud, sólo que en total se reparten 7 cartas. De esta manera, en el reparto inicial se dan tres cartas a cada uno de los jugadores (una descubierta y dos tapadas). Después se produce una ronda de apuestas y se reparte una carta más descubierta a los jugadores. Tras otra ronda de apuestas se repite el mismo proceso con las cartas descubiertas hasta llegar al final. La última carta o river es cubierta, y después de ella se produce la última ronda de apuestas.
El póker caribeño
Otro tipo de póker bastante particular es el caribeño. En este caso, los jugadores no compiten con otros jugadores, sino que compiten contra la casa, con lo que, lógicamente, es un juego de casino. Es una modalidad de póker en la que se enfrentan cara a cara el croupier y el jugador. De esta forma, para conseguir ganar cada participante tiene que conseguir una jugada superior a la que realice el croupier. En este caso se reparten un total de cinco cartas a ambos, una de ellas hacia arriba, dando así ventaja al jugador.
En algunos casinos es posible hacer un descarte y comprar un cambio de carta. Los jugadores deciden si pasan o van, y si el croupier no tiene una jugada la mano no se juega, con lo que se paga al participante la apuesta inicial. Después se muestran las cartas y cada jugador recibe el premio que le corresponde, dependiendo del valor de su jugada.