Tipos de productos de inversión

El abanico de posibilidades a la hora de invertir es realmente alto. En la actualidad podemos optar por una amplia variedad de productos de inversión. Pero antes de introducirnos en materia es importante saber qué tipo de inversor somos.

¿Qué tipo de inversor soy?

A grandes rasgos podemos decir que hay inversores conservadores, moderados y agresivos. Dependiendo del perfil que tengas, tendrás que optar por unos productos u otros de inversión. Te muestro los tres más comunes:

  • Inversor conservador: son las personas que quieren rentabilizar su dinero, pero asumiendo el menor riesgo posible. No les importa invertir en productos con poca rentabilidad a cambio de tener una seguridad máxima.
  • Inversor moderado: son los inversores que se sitúan en la zona media del riesgo. No les importa asumir algo de más de riesgo a cambio de adquirir una rentabilidad ligeramente superior. Suelen ser perfiles que dividen su cartera en renta fija y variable. Así pueden conseguir rentabilidad y seguridad al 50%.
  • Inversor agresivo: son los más atrevidos en el mundo de las finanzas. En cierta manera tienen algo de especulador en su personalidad. Apuestan por inversiones fuertes a través de las cuales conseguir rentabilidades elevadas en periodos de tiempo pequeños. Eso supone un riesgo elevado para su inversión, pero eso no les importa. Este perfil siempre suele ir ligado a profesionales que se manejan con soltura en los diferentes mercados.

Principales productos de inversión

Tras conocer los diferentes tipos de inversor que puede haber en la actualidad, es el momento de conocer los principales productos de inversión. Hay algunos con más o menos riesgo, hay que saber elegir adecuadamente antes de tomar una decisión final.

  • Inmobiliaria: es un tipo de inversión muy demandada y usada por buena parte de la población. Lo importante en este caso es analizar las diferentes posibilidades y encontrar el posible “chollo” que realmente nos interesa. Una visión de futuro siempre ayuda a adquirir inmuebles por los cuales con pequeñas reformas y un periodo de tiempo pequeño se le puede sacar mucha rentabilidad.
  • Renta fija: es la opción más interesante para los inversores que quieren rentabilizar su dinero, pero a cambio quieren asumir el menor riesgo posible. Hasta hace poco ofrecía rentabilidades bajas, pero con los tipos de interés en negativo, esta opción nos ofrece rentabilidades realmente bajas. Eso ha provocado que muchos inversores conservadores se hayan visto obligados a tomar algo más de riesgo para obtener algo más de rentabilidad. Incluso en algunos productos de renta fija la rentabilidad es negativa.
  • Renta variable: en sencillas palabras es la inversión en bolsa y acciones. Normalmente se suele recomendar este tipo de inversión a los moderados o incluso a los agresivos. Pero con los tipos de interés tan bajos también están entrando en el mercado los conservadores. Este producto no nos ofrece una rentabilidad garantizada, sino que todo dependerá de la evolución del mercado. Si las noticias son buenas, la rentabilidad subirá. Y si las noticias son malas, el valor bajará y en consecuencia nuestra inversión. El punto fuerte es que podemos vender y comprar en el nivel que más nos interese. En el mercado hay valores más volátiles y menos volátiles y más seguros. Solo hay que encontrar el valor que realmente queremos tener en cartera para tener la certeza de realizar una buena inversión. Para evitar pérdidas, se recomienda por un stop loss.
  • Fondos de inversión: su objetivo es captar el dinero de los inversores para invertirlo en diferentes oportunidades. Dentro de este rango podemos elegir entre fondos conservadores que suelen invertir en renta fija, fondos agresivos que solo apuestan en renta variable y fondos combinados que invierten en las dos modalidades para conseguir una combinación perfecta entre rentabilidad y seguridad. Si optas por esta opción, infórmate bien. El objetivo siempre tiene que ser el de invertir en un producto que realmente se adapte a nuestro perfil de inversión.
  • Planes de pensiones: una inversión que se adapta muy bien a las personas que quieren invertir sus ahorros pensando en el futuro. Como en el caso de los fondos, hay planes de pensiones más agresivos que otros. La ventaja de esta opción es que ofrece beneficios fiscales que otros productos no ofrecen. Eso sí, a la hora de obtener ese dinero en la jubilación esos beneficios se pierden. Infórmate bien para ver si realmente es lo que estás buscando. Sin olvidar que uno de los puntos fuertes de los fondos de inversión es que son más líquidos que los fondos.
  • Gestión pasiva: es la opción que apuesta por crear una estrategia de inversión en favor de la eficiencia del mercado. En este caso podemos destacar los fondos indexados que apuestan por replicar los comportamientos del índice al cual van ligados. Y los ETFs o fondos cotizados. Destacan por ser un grupo de activos financieros ligados a un índice principalmente. Pero en muchas ocasiones también van unidos a materias primas, divisas o incluso acciones determinadas. Son algo más complejos por lo que se recomienda a los inversores con conocimientos de mercado.
  • Productos derivados: personalmente los recomiendo solo a los inversores experimentados que saben muy bien en lo que se están metiendo. Destacan por ser inversiones complicadas. Si no sabes que son ni cómo funcionan, no inviertas. Al menos hasta que conozcas más sobre ellos y los domines. Podemos decir que los derivados son productos que están ligados a la evolución de los precios de un activo determinado. Son productos de alto riesgo que pueden hacer que el inversor gane mucho dinero o incluso pierda toda la inversión. Dentro de este rango hay que destacar los Warrants, CFDs y las opciones.

Ahora que conoces cuales son los principales tipos de inversión y sabes qué tipo de inversor eres seguro que te será más fácil invertir en lo que realmente te interesa. Y si tienes dudas de un producto determinado, infórmate antes de realizar la inversión para evitar perder dinero sin necesidad.