Tipos de drogas

Lo primero que hay que tener en cuenta cuando se habla de las drogas es aprender a diferenciarlas de los fármacos. Droga es toda sustancia química que, como los fármacos, cuando se consumen modifican una o varias funciones psíquicas (como, por ejemplo, crear sensación de euforia), alientan a repetir su uso una vez son probadas haciendo, además, que cuando se deja de tomar produzca sensación de malestar. Pero, de forma distinta a los fármacos, no tienen aplicación médica y, en el caso de tenerla, pueden ser usadas sin fines terapéuticos.

Según su efecto sobre el sistema nervioso, las drogas pueden clasificarse de la siguiente manera:

Drogas depresoras del sistema nervioso

Alcohol

Es la droga legal más común que se observa en el mercado, quizá por estar aceptada en las sociedades occidentales. Su consumo irresponsable pasa a ser problemático cuando se da una pérdida en el control de consumo y de la conciencia de realidad que deriva en problemas de índole familiar, social o laboral como consecuencia del alcohol.

Hipnóticos y ansiolíticos

Las pastillas que ayudan a conciliar el sueño y los ansiolíticos pueden ayudar en casos de ansiedad o problemas similares que colaboran al insomnio. No obstante, cuando son tomados durante largos periodos de tiempo o sin supervisión médica, pueden desembocar en serios problemas, ya que su consumo conlleva ciertos riesgos. Este tipo de fármacos son considerados como drogas debido a su facilidad para generar dependencia con gran facilidad ya que las dosis terapéuticas y las que resultan tóxicas están muy próximas entre sí, con lo que existe el riesgo de padecer una sobredosis, riesgo que se multiplica si son combinados con otras sustancias como alcohol o antihistamínicos.

Opiáceos

Son drogas que, como su propio nombre indica, provienen del opio, tales como la heroína, morfina, codeína o la metadona. Sus niveles de producción mundial han llegado a superar, según se cree, las 8.000 toneladas, con unos 32.4 millones de consumidores, según los informes de la ONU.

Este tipo de drogas generan una mezcla de placer y sueño en las personas que las toman, reduciendo su sensibilidad al dolor a niveles ínfimos, ya que son considerados potentes analgésicos.

Inhalantes

Las drogas inhalantes suelen provocar alteraciones de la menta y la conciencia. Pese a que otros tipos de drogas (como los opiáceos) pueden ser consumidas de forma inhalada, con drogas inhalantes nos referimos a aquellas que difícilmente pueden ser consumidas mediante cualquier otro método.

Algunos ejemplos de estas drogas son disolventes de pinturas, gasolina o líquidos para encendedores, además de butano o propano. Al ser elementos tan cotidianos, en muchos contextos las drogas de carácter inhalante no son consideradas como drogas, ya que está claro que no nacieron para uso psicoactivo.

Drogas estimulantes del sistema nervioso

Anfetaminas

Dentro de este tipo de drogas se incluyen las metanfetaminas, los sulfatos de anfetamina y la dexanfetamina. Las anfetaminas son también conocidas como speed y afectan al sistema nervioso central aumentando la actividad cerebral y produciendo un sentimiento de alerta, eliminando la fatiga. Precisamente por esto, su uso regular está estrechamente ligado a las hemorragias y los ictus cerebrales, así como a problemas cardiovasculares.

Nicotina

La nicotina es un alcaloide natural presente en el tabaco y es el principal responsable de la adicción a este producto. Se calcula que en unos siete segundos una cuarta parte de la nicotina llega al cerebro. Está considerada como una droga psicoactiva y un potente reforzador conductual, aunque actúa según la dosis. A dosis bajas, tiene un efecto psicoestimulante mejorando la capacidad mental y en especial la concentración, y a dosis altas tiene un efecto sedante al actuar como depresor.

Cocaína y sus derivados

Este tipo de droga está considerada de las más adictivas, independientemente de que se consuma de manera, esnifada, fumada (crack), inhalada o inyectada. Cuando se ingiere, esta droga aumenta exponencialmente los niveles de dopamina del cerebro, dejando a los consumidores con una intensa sensación de euforia. Sus efectos, sin embargo, no son de larga duración, dejando a quienes toman cocaína con la necesidad de seguir consumiéndola.

Además de los riesgos de este tipo de droga (problemas cardiovasculares, ansiedad extrema, fallos hepáticos y alucinaciones), es común que la cocaína que se adquiera no sea pura, sino que sea una mezcla de otros productos como harinas, azúcar, laxantes o polvos de talco, aditivos que pueden intensificar sus efectos, pero también sus riesgos.

Sustancias psicodélicas o perturbadoras

Alucinógenos

Son el tipo de drogas más antiguas, ya que desde hace siglos se consumen principalmente para ritos religiosos. Los alucinógenos contienen nitrógenos y, pese a que no se sabe con exactitud de qué manera ejercen sus efectos, los investigadores piensan que estas drogas interfieren con los neurotransmisores, por lo que sus efectos son impredecibles.

El tipo de droga más conocido dentro de los alucinógenos es el LSD (dietilamida del ácido lisérgico). Está considerada como una de las drogas más potentes en lo que a cambio de estados de ánimo se refiere. Es, además, una droga realmente peligrosa, ya que muchos de sus consumidores admiten haber tenido flashbacks días después de haber tomado la droga. Además, el LSD produce tolerancia, por lo que consumidores habituales aumentan la dosis cada vez para notar sus efectos, lo que conlleva un incremento de los riesgos por su uso.

Otros tipos de alucinógenos son la burundanga, cuyo efecto principal es la anulación de la voluntad de quien la ingiere, por lo que es la droga utilizada en casos de robos o agresiones sexuales, o el peyote, planta utilizada anteriormente en ceremonias religiosas y con efectos similares al LSD.

Cannabinoides

Dentro de este tipo de drogas encontramos el cannabis o el cáñamo, planta que se conoce desde hace 8.000 años. Derivado de esta planta tenemos la marihuana, una combinación de flores, hojas, semillas y tallos del cáñamo que se pican para ser consumidas. La marihuana es un tipo de droga que afecta principalmente a la mente, alterando su función normal.

Algunos de los efectos tras un uso continuado de esta droga son los trastornos de personalidad y síndromes amotivacionales, problemas para concentrarse y una menor coordinación física.